🙇♂️ Porque buscar Sabiduría y Temor de Dios
“Nada falta a los que lo temen”
“Temed a Jehová, vosotros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.”
Salmo 34:9 (RVR1960)
La Biblia revela una verdad inquebrantable: el temor a Dios no es una emoción pasajera, sino una actitud de reverencia profunda que abre puertas a la sabiduría, la provisión y la vida abundante. En tiempos de confusión y oscuridad espiritual, el temor del Señor se levanta como un faro que guía al pueblo santo hacia la plenitud del Reino. Esta enseñanza revela cómo el temor reverente y la sabiduría de lo alto se entrelazan para producir protección, honra y comunión con Dios.
📖 1. El pueblo sufre por ignorar a Dios
“Mi pueblo fue destruido por falta de conocimiento”
“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio…”
Oseas 4:6 (RVR1960)
Muchos hijos de Dios sufren derrotas, caídas, pérdidas y confusión no porque Satanás sea más fuerte, sino porque viven ignorando la verdad. Donde hay desconocimiento de la voluntad de Dios, el enemigo encuentra terreno fértil para sembrar engaño, temor y pecado.
“El que hiciere hoyo caerá en él; y al que aportillare vallado, le morderá la serpiente.”
Eclesiastés 10:8 (RVR1960)
Este versículo revela un principio espiritual: cuando rompemos el cerco de protección que Dios ha establecido mediante la obediencia y la santidad, la serpiente (figura de Satanás) encuentra entrada. El conocimiento no es un lujo para los cristianos, es una defensa espiritual vital. Ignorar la verdad abre puertas al engaño y la destrucción.
“El temor de Jehová es el principio de la sabiduría,
Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.”
Proverbios 9:10 (RVR1960)
Todo comienza con temer a Dios. No se puede tener sabiduría genuina si primero no hay reverencia, honra y sujeción al Señor. La sabiduría del Reino no es astucia humana; es discernimiento divino que comienza en una postura de humildad delante del Altísimo.
🏛️ 2. Tu cuerpo es un templo santo
“No sois vuestros”
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”
1 Corintios 6:19 (RVR1960)
La presencia del Espíritu Santo habita en ti, no por mérito propio, sino por la gracia redentora de Cristo. Cuando temes a Dios, reconoces que tu vida no te pertenece. Honrar el templo de Dios —tu cuerpo y tu vida— es evidencia de que entiendes el peso de su presencia.
El que teme a Dios cuida lo que ve, lo que escucha, lo que habla, lo que piensa y cómo vive. El respeto por la santidad personal no es religiosidad, es conciencia de que llevamos dentro al mismo Espíritu que resucitó a Cristo.
🙏 3. Temor no es miedo, es reverencia
“No aportilles el vallado”
El temor del Señor no es vivir paralizado por miedo, sino caminar con profundo respeto y sumisión. Es decidir no hacer nada que entristezca su Espíritu, sabiendo que cada decisión tiene consecuencias espirituales.
“Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado;
Y adquirir inteligencia vale más que la plata.”
Proverbios 16:16 (RVR1960)
“Porque Jehová da la sabiduría,
Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.”
Proverbios 2:6 (RVR1960)
“Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,
Y que obtiene la inteligencia;”
Proverbios 3:13 (RVR1960)
¿Puedes sentirlo? Dios no busca que le temas como a un juez cruel, sino que lo honres como a un Rey santo. El que lo teme se aparta del mal. El que lo reverencia busca su voluntad más que sus bendiciones. Y el que lo honra, camina en sabiduría y no rompe los límites protectores del Reino.
🧠 4. Pide sabiduría, Dios te la dará
“El que pide, recibe”
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”
Santiago 1:5 (RVR1960)
La sabiduría de Dios no es para los sabios en su propia opinión. Es para los humildes que reconocen su necesidad. En medio de la prueba, en la lucha contra la tentación, o al tomar decisiones que marcarán tu vida, Dios se complace en darte sabiduría.
“Después, Jesús le dijo a Pedro: —Pedro, escucha bien. Satanás ha pedido permiso a Dios para ponerles pruebas difíciles a todos ustedes, y Dios se lo ha dado.”
Lucas 22:31 (TLA)
El enemigo no puede tocarte sin permiso. Pero cuando Dios permite la prueba, también ofrece una promesa:
“Bienaventurado el varón que soporta la tentación;
porque cuando haya resistido la prueba,
recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”
Santiago 1:12 (RVR1960)
La sabiduría te preserva en la tentación. Te da visión en la oscuridad. Te levanta cuando estás confundido. Y te corona cuando permaneces fiel.
💧 5. El arrepentimiento restaura la comunión
“Para que vengan tiempos de refrigerio”
¿Le has fallado a Dios? ¿Has hecho cosas que manchan tu conciencia? ¿Te sientes lejos de su presencia? No ignores ese sentir: es el clamor del Espíritu llamándote al arrepentimiento.
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados;
para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,”
Hechos 3:19 (RVR1960)
El temor de Dios no solo nos aparta del pecado, también nos lleva de rodillas ante Él cuando fallamos. El arrepentimiento sincero no busca excusas, busca restauración. Y cuando hay arrepentimiento genuino, siempre hay refrigerio. Dios no desprecia un corazón contrito y humillado. Él perdona, limpia, y vuelve a abrir los cielos sobre tu vida.
🔥 Aplicación práctica
Hoy, decide caminar en sabiduría y temor de Dios. Examina tu corazón, tu conducta, tus pensamientos. ¿Has abierto brechas en el vallado? ¿Estás buscando la sabiduría del cielo? ¿Estás honrando al Espíritu que vive en ti?
Pídele a Dios que te enseñe a temerle de verdad, no con religiosidad, sino con reverencia viva. Pide sabiduría, pide limpieza, pide fuego. Y vive como hijo del Reino, lleno del Espíritu y guiado por su verdad.
🙏 Oración final
Padre amado, vengo delante de ti con un corazón necesitado. Te pido perdón por cada vez que he actuado sin sabiduría, por cada decisión que ha roto el vallado protector que pusiste sobre mi vida. Enséñame a temerte de verdad, no con miedo, sino con reverencia.
Lléname con sabiduría del cielo, guíame con tu Espíritu Santo, y hazme vivir cada día como templo tuyo, en santidad y obediencia. Restaura mi comunión contigo, y que vengan sobre mí tiempos de refrigerio, frescura y visión. En el nombre de Jesús, amén.
❓¿Qué te impide vivir hoy con sabiduría y temor reverente delante de Dios?
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